presentación del Nuevo Testamento de la BIA en México DF 8 septiembre 2015

México recibe el Nuevo Testamento de la BIA, realizado por el CELAM y PPC

El martes 8 de septiembre tuvo lugar en México DF la presentación del Nuevo Testamento de la Biblia de la Iglesia en América (NT-BIA), un evento de gran importancia, pues se trata de una nueva traducción de estos textos que quiere ser una propuesta original para todo el continente. Su novedad radica en que es una traducción hecha por especialistas hispanoparlantes de América para lectores hispanoparlantes de América.

En el acto de presentación, que se desarrolló en la sede de las OMPE (Obras Misionales Pontificio Episcopales de México), participaron monseñor Florencio Armando Colin Cruz, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México y responsable de la Animación Bíblica de la Pastoral de la Conferencia del Episcopado Mexicano; monseñor Adolfo Miguel Castaño Fonseca, también obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México y coordinador del NT de la BIA; el sacerdote mexicano Carlos Junco, coordinador general del equipo responsable de la BIA; y el sacerdote colombiano Guillermo Acero, director de la Escuela Bíblica del CEBITEPAL (Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe); así como Abraham Flores, director de PPC México, la editorial que publica y distribuye el NT de la BIA.

Esfuerzo de actualización

Mons. Colin destacó sobre todo el “esfuerzo de actualización” que subyace en la BIA y destacó la colaboración entre los obispos de Estados Unidos, quienes encargaron la obra hace más de diez años, y los obispos del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), que aceptaron el pedido y han trabajo unidos.

“El Señor nos encarga la tarea de llevar su palabra a los confines de la tierra, a los alejados, a las periferias existenciales; llevar la fragancia del Evangelio, que es el mismo Jesús, que nos visita. Esta Biblia de la Iglesia en América seguro será el camino para atraer a más hermanos”, deseó el obispo.

Dirigida a un lector medio

Tomó después la palabra el P. Carlos Junco, quien relató el proceso de la traducción y expuso los criterios seguidos por los traductores, a través de ejemplos concretos de pasajes del NT.

Indicó que esta Biblia se distingue de otras traducciones o ediciones adaptadas porque está hecha por una serie de especialistas que representan la diversidad del continente (26 en total, 15 solo para el Nuevo Testamento) y que han tenido en todo momento muy presentes a los destinatarios: “La BIA va dirigia a todo el pueblo de Dios, pero de manera especial, a los agentes de pastoral, o a un lector medio, tanto en lo cultural como en lo religioso. Esta no es una Biblia popular, ni una Biblia de estudio, sino una Biblia intermedia con un lenguaje accesible para el lector medio y que trata de ser digno literariamente”.

El P. Junco recordó que la BIA “no pretende la uniformidad, pero sí se ofrece como una opción común para la América de habla hispana”, y que, en ese sentido, está también pensada para que, posteriormente, pueda servir de base para los leccionarios “de nuestras tierras”.

Un texto comprensible hoy

“Traducir la Biblia no es como traducir otro libro, porque es un texto inspirado por Dios y dirigido a encontrarse con Dios”. Así lo explicó monseñor Adolfo Miguel Castaño Fonseca. Él es el coordinador del Antiguo Testamento de la BIA –que se espere se publique en 2016– y animó a acercarse al texto “desde la fe y en comunidad”.

También insistió en lo novedoso del lenguaje y el estilo de esta traducción, y en la importancia de las notas, introducciones, citas, glosarios, mapas, etc., todo ello para lograr un texto que ofrezca hoy los significados que los autores manifestaron en su tiempo: “Si la gente hace 2000 años comprendía la lectura de la Biblia, ¿por qué hoy no habría de comprenderla?”.

60º aniversario del CELAM

El último en intervenir fue Guillermo Acero, director Escuela Bíblica del CEBITEPAL, señaló que la BIA es la primera Biblia “en propiedad” del Episcopado latinoamericano (cuenta con el aval de las 22 conferencias episcopales del continente, 19 de ellas de habla hispana) y aplaudió que por primera vez se haya llevado a cabo “un proyecto de esta altura con el Episcopado estadounidense”. Al tiempo que recordó la oportunidad de que el Nuevo Testamento aparezca ahora, precisamente cuando se cumplen 60 años del CELAM.